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Cuando fundamos nuestra casa y sentimos la necesidad de darle un nombre buscamos en la tradición de un país que nos encanta: México.

La palabra Anam nos resonó mucho. En la cultura Huasteca significa Tierra pero seguimos investigando los significados de esa palabra en otras culturas y nos dimos cuenta que todos ellos estaban integrados a la perfección.

En turco significa “madre”, en árabe significa “bendición” o “regalo de Dios”, en sánscrito significa “el que no tiene nombre” (y aquí es imprescindible mencionar a Tiziano Terzani, autor de maravillosos libros de los que recomiendo la lectura), en galo significa “vida”, en la tradición celta significa “esencia” o “alma”.

Lo sentimos sin duda alguna. Anam era el nombre perfecto para nuestra casa, para nuestro proyecto. Anam éramos, somos y seremos nosotros.

Nuestros retiros y servicios están dirigidos a todas las personas que se encuentran en el camino del crecimiento espiritual mediante el autoconocimiento.

A quienes están dispuestos y preparados para indagar en su profundidad y oscuridad más absoluta y sacar a la superficie e iluminar todo lo que debe ser sanado para conocer a su verdadero ser y poder sostenerlo en el tiempo.

• Para la expansión de la conciencia
• Mantenemos los pies bien plantados en la tierra, miramos al horizonte y simplemente avanzamos confiados por la vida
• Llegar al entendimiento de patrones y dinámicas en tus relaciones personales, así como nuevas formas de entender tu propia personalidad.
• Revelaciones sobre el propósito o dirección de tu vida.
• Ideas intelectuales o filosóficas profundas.
• Revelaciones sobre la ética y moral de tu propia conducta.
• Nuevo entendimiento de tu cuerpo, cómo funciona y cómo cuidarlo o curarlo.